“El DILUVIO DE AL-AQSA” ES UNA ANTORCHA DE RESISTENCIA QUE FORTALECE LA DETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS OPRIMIDOS PARA LUCHAR CONTRA El ESTADO ISRAELÍ GENOCIDA Y LA AGRESIÓN IMPERIALISTA
La resistencia de un pueblo organizado y armado está destinado a la victoria
“Sabemos que Israel afirma tener herramientas modernas de espionaje y el aparato de inteligencia más poderoso, pero lo hemos visto colapsar bajo las garras de la resistencia y pisoteado por los zapatos de la resistencia.” (Marwan Al Abdel)
La causa de la guerra no son los palestinos, sino el sionismo israelí y sus apoyos imperialistas. El Estado sionista de Israel ha estado librando una guerra colonial contra el pueblo palestino durante décadas para usurpar la tierra que le pertenece a este último.
El 7 de octubre de 2024, es el primer aniversario del Diluvio de Al-Aqsa. El 7 de octubre de 2023 marca una nueva etapa en la lucha de las Fuerzas de Liberación Nacional Palestina contra el sionismo israelí, que han sido siempre una gran fuente de resistencia para las fuerzas antiimperialistas y antifascistas del mundo. Las Fuerzas de Liberación Nacional Palestina, unidas bajo un mismo techo, han realizado un “Deluge” que ha aterrorizado no sólo al Estado genocida de Israel, sino también a los imperialistas, del que se beneficia de su ilimitado apoyo económico, político, diplomático y militar. 28 puntos de Gaza, la prisión a cielo abierto más grande del mundo, rodeada de vallas y muros, incluyendo los “nuevos asentamientos”, símbolos de la ocupación colonial, entraron por tierra, por aire mediante paracaídas, y por mar. El justo movimiento de resistencia lanzó una operación chocante. El sionismo israelí y sus amos, EE.UU., y los otros imperialistas que les rodean, caracterizaron este hecho como el principio de una guerra integral.
Con el 7 de Octubre, no sólo el genocidio israelí, sino también los imperialistas sufrieron una gran pérdida de prestigio y el mito de su “poder invencible” fue seriamente herido. Bajo las alas de los gigantes monopolios internacionales y de los imperialistas (Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania…), especialmente EE.UU., protegido por la famosa “Cúpula de Hierro”, teniendo la red de inteligencia más poderosa en el mundo, con la cooperación de los Estados regionales reaccionarios, el Estado de Israel recibió una vez más la “amarga lección” de que “el pueblo, y sólo el pueblo, es la fuerza motriz que hace la historia mundial”. Aquellos que creen que ganarán la guerra con medios tecnológicos frente a las masas organizadas que no dudan en morir por su causa en cada momento de la historia. Aunque el Estado de Israel intentó conseguir resultados cometiendo todo tipo de crímenes, incluyendo el genocidio, tras la gran conmoción que experimentó el 7 de Octubre, no pudo conseguir ningún resultado, su balance interno está agitando, una gran oposición se acumula en el interior del país, y la burbuja de la grandeza militar y tecnológico e invencibilidad, ha estallado.
La imagen de invencibilidad del Estado sionista de Israel fue rota por el Diluvio de Al-Aqsa. Después de la rendición impuesta por los Acuerdos de Oslo, fue un nuevo comienzo en un punto en el que el expansionismo sionista se había “normalizado” y se creía que la causa palestina estaba “acabada”. El Diluvio de Al-Aqsa rompió muchas ideas preconcebidas y rompió el status quo que por largo tiempo fue establecido para Palestina. El proceso de “normalización” incluyendo el aislamiento de Palestina, llegó a su fin. Como se dice en el saber popular, de nuevo, “el poder ha roto el juego”.
“Sin un ejército popular, nada tendrá el pueblo” (Mao Tse-Tung)
Este movimiento de las Fuerzas de Liberación Nacional Palestina ha mostrado la posibilidad de derrota del poderoso frente a un débil pero organizado movimiento basado en el pueblo. Esta posibilidad tiene una profundidad instructiva para todos los movimientos revolucionarios y de resistencia nacional.
Israel es un poder tecnológico y militar enorme con un gran apoyo militar y material; pero la gloriosa historia de la lucha de clases ha probado repetidamente que aquellos quienes están determinados en su lucha por su justa causa, aquellos quienes se organizan por esta causa, aquellos quienes establecen lazos estrechos con los pueblos oprimidos y los hacen parte de la lucha, a pesar de todas las imposibilidades, derrotan a las fuerzas con grandes medios.
Hay una situación en la cuál la “potencia gigante” ha declarado la soberanía absoluta sobre los territorios palestinos y los ha rodeado con muros de seguridad, que ha hecho arrodillarse a 4 Estados árabes en 6 días, que ha realizado intercambios de prisioneros en una forma que hace parecer que miles de luchadores de la resistencia palestina valen lo que un soldado israelí, que puede operar por todo el mundo, y que aunque tiene el apoyo económico, militar y político de los imperialistas dirigidos por EE.UU., no sirve de nada. El poder que ha conllevado esta inutilidad es un pueblo que ha estado bajo asedio por décadas, aislado del mundo, incluso cubriendo sus necesidades básicas a través de túneles, y condenados a la pobreza y destrucción.
Mientras es una realidad que los imperialistas y sus secuaces tienen enormes recursos, no se debería olvidado que las masas oprimidas y explotadas también tienen experiencias históricas de resistencia y lucha. Las tácticas de guerra de los comunistas vietnamitas quienes derrotaron al imperialismo americano en Vietnam a pesar de toda su brutalidad, quienes cavaron túneles subterráneos contra los bombardeos aéreos y transformaron el subterráneo en un centro de resistencia y ataque, hoy se han convertido en armas de las fuerzas de resistencia palestina en los centros urbanos. El 7 de Octubre, después de que la conmoción del ataque pasase, hubo propaganda de que Israel aplastaría rápidamente la resistencia en Gaza y destruiría los túneles. Pero, ¿era ésta la realidad? A pesar de toda la guerra psicológica y la manipulación de enormes aparatos de propaganda, ha sido la voluntad de las Fuerzas de Resistencia Palestina las que han determinado la guerra, no las mentiras e historias exageradas del Estado israelí y sus apoyos. La guerra organizada en estos túneles continúa sacudiendo al Estado israelí.
En casi un año de guerra en una zona diminuta, el Estado israelí no ha sido ni capaz de alcanzar ni siquiera a los prisioneros de guerra en poder de las Fuerzas de Resistencia Palestina, y mucho menos de lograr la victoria.
El Diluvio de Al-Aqsa también ha destruido las destartaladas teorías puestas encima de la mesa por parte de revisionistas y reformistas en nombre de la paz, democracia, desarme y reconciliación. Son las fuerzas armadas de las Fuerzas de Resistencia Palestina, los ejércitos unidos de las fuerzas de resistencia las que pararán al Estado israelí genocida y a sus apoyos imperialistas. Por lo tanto, los eventos desde el 7 de Octubre han eliminado toda opción que no sea la lucha armada.
En la era del imperialismo y las revoluciones proletarias, la burguesía se ha convertido en reaccionaria en todos los aspectos y está equipada “de arriba a abajo” con el aparato de la violencia. Por esta misma razón, “La tarea central y la forma más alta de toda revolución es la toma del Poder por medio de la fuerza armada, es decir, la solución del problema por medio de la guerra. Este principio marxista-leninista de la revolución tiene validez universal, tanto en China como en los demás países.” (Mao Tse-Tung).
El proletariado, las naciones y pueblos oprimidos, donde sea que estén en el mundo, pueden resistir la violencia organizada “de arriba a abajo” de la contrarrevolución sólo mediante la organización de la violencia de la revolución, sólo de esta forma pueden ganar su independencia, sólo de esta forma pueden tomar el poder político. Esta es la razón por la que Mao dijo “Sin un ejército popular, nada tendrá el pueblo.” Mao, quién planteó la teoría de la Guerra Popular, la teoría de guerra del proletariado más avanzada, y la dirigió en la práctica, aconsejó al proletariado internacional y a las naciones y pueblos oprimidos que sin organizar la violencia de la revolución, sin educar al proletariado y a las naciones y pueblos oprimidos en esta realidad, sin adoptar la violencia revolucionaria como principio, el poder político no puede ser tomado y la independencia nacional no puede ser ganada.
La experiencia desde finales del siglo XIX, cuando la burguesía completó su reaccionarización, nos ha mostrado concretamente que en muchas partes del mundo el proletariado y las masas oprimidas han sido capaces de resistir, triunfaron y establecieron el poder político contra las clases dominantes sólo cuando ellos mismos han tenido fuerzas armadas y han librado la lucha armada. La burguesía no entregará voluntariosamente su poder, luchará hasta la muerte por él y usará no sólo su propio poder sino también el poder de las otras burguesías del mundo. Por lo tanto, el proletariado y las naciones y pueblos oprimidos deben organizar la resistencia y la violencia revolucionaria si realmente quieren tomar el poder político, acabar con el sistema de explotación y ganar su independencia nacional.
El Estado genocida de Israel es la encarnación de la agresión imperialista y el colonialismo
“Si Israel no existiese, EE.UU., tendría que haber inventado un Israel. Israel es el mayor poder que EE.UU., tiene en Oriente Medio para proteger sus intereses en la región. Imaginen el mundo en esta situación sin Israel. ¿Cuántos buques de guerra habría en el Mediterráneo? ¿Cuántas tropas serían desplegadas en Oriente Medio?” (Joe Biden, Presidente de EE.UU.).
Israel, con su carácter sionista, desde su mismo principio ha sido punto de apoyo y puesto avanzado de los imperialistas en la región. Para el imperialismo estadounidense, la existencia de Israel significa el despliegue de docenas de buques de guerra en el Mediterráneo y decenas de miles de soldados en Oriente Medio. La estructura sionista del Estado de Israel está formado por el racismo y la religión. Se ven a sí mismos como una “raza elegida” obligada a obtener la tierra “prometida por Dios” cueste lo que cueste.
El 14 de mayo de 1948, el mandato británico finalizó y el Consejo Nacional Judío, reunido en Tel-Aviv bajo la dirección del colono israelí David Ben Gurion, declaró el establecimiento del Estado de Israel. Desde esta fecha en adelante, de la noche a la mañana algunos de los palestinos viviendo en su propia tierra comenzaron a vivir bajo el mandato de otro estado. Esto fue también el inicio de la pérdida de los palestinos de su tierra trozo a trozo, siendo apretujados en un estrecho espacio y finalmente completamente expulsados de sus tierras.
El Estado sionista de Israel no puede ser definido sin mencionar al imperialismo. El Estado sionista de Israel es EE.UU., Gran Bretaña, Francia, Alemania, Canadá. Es más que un Estado, es una “daga sangrienta” que el imperialismo ha clavado en la región de Oriente Medio y una encarnación del mal que encarna las prácticas salvajes de los explotadores y que está orgulloso de ello. Es un símbolo de la agresión imperialista a un nivel estatal. El Estado de Israel es un Estado genocida.
El Estado sionista de Israel es la reencarnación en el siglo XXI de la agresión genocida del colonialismo eurocéntrico, que se ha extendido de África a Asia, de América a Australia, desde el siglo XV.
Este proceso genocida sirve a los intereses de EE.UU., en la región. Por esta razón es vital que los palestinos no levanten la cabeza de nuevo. El 5 de noviembre de 2023, tras una reunión en Amán, capital de Jordania, con los Ministros de Exteriores de Jordania, Egipto, Arabia Saudí, Catar y Emiratos Árabes Unidos (EAU) y el Secretario General del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), el Secretario de Estado de EE.UU., Blinken, explicó su posición de la siguiente forma: “Un alto el fuego ahora permitiría a Hamas ganar de nuevo poder y repetir lo que hicieron el 7 de Octubre.” Esta declaración fue realizada bajo los auspicios de partidarios que derramaron lágrimas de cocodrilo por Gaza. Una vez más, se ha visto que todos los Estados reaccionarios, incluyendo Turquía, que quiere que los ataques israelíes paren y usar la sensibilidad de su propia opinión pública para su propia demagogia, no se pueden ni permitir un “alto el fuego humanitario” a menos que sus amos lo deseen. Ha quedado claro que la tarea de estos países, que apoyan la causa palestina con la más fuerte retórica, sólo es jugar el papel de “pastor” sobre el asunto palestino para el imperialismo estadounidense. Carentes de poder para asegurar que la ayuda humanitaria llega a Gaza, estos países son incapaces de hacer la más ligera contribución a la causa palestina. Sus comunicados y declaraciones de apoyo para Palestina no son más que mentiras. La verdad es que estos países son lacayos cuyos intereses están alineados con el imperialismo estadounidense.
La Corte Internacional de Justicia debería condenar no sólo al Primer Ministro de Israel, Netanyahu, sino también a los funcionarios estatales que apoyan el genocidio, expulsión y atrocidades de Israel, por crímenes contra la humanidad
El régimen reaccionario sionista, con el apoyo de los imperialistas y sus secuaces en la región, ha recurrido al genocidio y deportación contra la población civil frente a los ojos de todo el mundo, sin reconocer ninguna ley humanitaria, para escapar del punto muerto en el que ha caído después de la dura pérdida de prestigio que ha sufrido. Gaza, que es una zona de sólo 365 kilómetros cuadrados y es el hogar de 2,3 millones de palestinos, está siendo incendiada, destruida, deshumanizada y desmembrada frente a los ojos de todo el mundo. En resumen, el Israel sionista, respaldado por el apoyo militar y político-económico del imperialismo estadounidense, alemán, francés y británico, ha convertido Gaza en un cementerio. Ha atacado intencionalmente edificios, escuelas, hospitales, mezquitas-iglesias, campamentos, con un intenso bombardeo, asesinando a miles de palestinos e hiriendo decenas de miles. De una población de 2,3 millones de personas en Gaza, un millón son desplazados. Gaza ha estado sujeta a una ola de ataques con el objetivo de la deshumanización total.
200 trabajadores de la ONU y 169 periodistas han sido asesinados. Hospitales, escuelas, mezquitas, iglesias, convoyes de ayuda y campos de refugiados han sido bombardeados. El número de asesinados supera las 40.000 personas. Este proceso de genocidio y brutalidad está siendo llevado con la protección y apoyo dados por los buques de guerra pertenecientes a los Estados imperialistas como EE.UU., Francia, Alemania, Inglaterra y Canadá, anclados frente a la costa de Gaza. Los imperialistas son los responsables principalmente por este proceso de genocidio y atrocidad. Los imperialistas tienen una responsabilidad colectiva en esto. Los imperialistas han equipado al Estado de Israel con la legitimidad para cometer todos los crímenes que encajan en el ámbito de “crímenes contra la humanidad” incluso de acuerdo con el “criterio internacional” de la burguesía. Por esta razón, no sólo el presidente de Israel, sino también los funcionarios de todos los otros Estados que le apoyan, especialmente el presidente de Estados Unidos, quién apoya todo el proceso de genocidio, deberían ser juzgados por crímenes contra la humanidad en la Corte Internacional de Justicia. Como los miembros del Senado de EE.UU., que dieron a Netanyahu una atronadora ovación en cada minuto de su discurso en el Congreso de EE.UU., en el que describió el genocidio y atrocidades que cometieron, también deberían ser juzgados. Porque el genocidio infligido al pueblo palestino está siendo llevado a cabo con “la sabiduría y apoyo colectivo” de los imperialistas.
El momento de la profunda crisis del sistema imperialista profundiza las contradicciones entre los imperialistas y necesitan la expansión de las guerras de agresión contra las naciones y pueblos oprimidos
Con la intensificación y diversificación de la guerra mundial de reparto y hegemonía, caen las caretas y todos están tomando posiciones de acuerdo con su clase. La naturaleza de las leyes internacionales y a quién sirven han sido reveladas. Democracia, igualdad, todos los valores propagados por la burguesía están siendo pisoteados. Frente al genocidio y brutalidad de Israel, apoyados por la coalición imperialista, en colusión y pugna, dirigido por el imperialismo estadounidense, los políticos y fuerzas de seguridad de “los apóstoles de la democracia y los derechos humanos” tales como EE.UU., Alemania y Francia, se han quitado sus caretas de “Estados que respetan los derechos humanos y libertades” y se han convertido en agresores fascistas contra las masas que apoyan la resistencia palestina.
El mundo es un vórtice en el que las contradicciones interimperialistas se intensifican, los conflictos regionales se expanden y el mundo está rodeado por tendencias belicistas. El imperialismo está siguiendo el camino de superar los cuellos de botella y crisis mediante guerras y escalada en la agresión contra naciones y pueblos oprimidos. Al mismo tiempo, esto dirige hacia la intensificación política deseada por una lucha por el nuevo reparto de influencia económica y dominación. Mientras que el podrido capital financiero monopolista desatado en el mercado mundial, no duda en establecer su hegemonía optando por las guerras. Esto prepara el camino para agudizar la contradicción interimperialista y poner más y más en la agenda la opción de la agresión militar.
Una de las consecuencias más obvias de la crisis de descomposición del sistema imperialista es el proceso al que se dirige tras la invasión de Ucrania. En los últimos años, la política de EE.UU., y de la OTAN de belicismo y de cercar a Rusia en Europa del Este, se ha intensificado. Al mismo tiempo que el imperialismo ruso perdió influencia continuadamente como fuerza hegemónica principal en Ucrania de 1991 en adelante, EE.UU., y la UE pudieron expandirse económica y políticamente. El resultado de esta provocación fue la invasión militar de Ucrania por parte del imperialismo ruso el 24 de febrero de 2022. A pesar del intenso apoyo técnico, logístico y económico proveído por la OTAN a Ucrania durante más de dos años, Rusia ha hecho un firme progreso. Las sanciones económicas impuestas a Rusia por parte de los imperialistas occidentales lideradas por EE.UU., han fracasado a la hora de detener, crear contradicciones, crear nuevas áreas de tensión y debilitar la influencia a nivel mundial del imperialismo ruso. Las pérdidas militares ucranianas han llevado a que EE.UU., y la OTAN no se retiren, pero vayan más allá para provocar al imperialismo ruso. EE.UU., ha dado permiso a Ucrania para usar armas dentro del territorio reconocido oficialmente como Rusia, el proceso de equipar a Ucrania con F-16 se ha acelerado, y la industria armamentística de EE.UU., y la OTAN continúan alimentando a Ucrania.
Todos los desarrollos similares en el mundo no se pueden considerar independientes de la guerra por la hegemonía y redistribución a escala global. Hoy, el mundo está presenciando una guerra con la redistribución como su eje, una guerra que por un propia naturaleza durará años y se diversificará y expandirá en términos de medios y campos. En esta guerra, los actores globales así como sus proxies juegan un papel en el cerco y retención de territorios. La lucha es política, económica, militar y diplomática. Crear corredores de comercio y desarrollar maniobras para hacerlos disfuncionales están entre las herramientas de este proceso. Hay una división de regiones no sólo en términos de recursos, riqueza, etc., sino también de acuerdo a su importancia estratégica. La política de la OTAN, central para EE.UU., de cercar Rusia, la inclusión de Finlandia y Noruega en la OTAN, la intensificación militar de los países fronterizos con Rusia, el cerco militar de EE.UU., y sus “aliados” en la región del Indo-Pacífico contra China, la intensificación de la entrada al Mar Rojo, en Somalia, Etiopía y Taiwán, son todas ellas expresiones de esto.
El Secretario General de la OTAN, Stoltenberg, ha expresado abiertamente la amenaza de las armas nucleares, diciendo que hay “debates sobre sacar activos nucleares de los almacenes y ponerlos a punto para una alianza que debe demostrar al mundo de fuera que tiene un fuerte poder disuasorio”, y que “mientras las armas nucleares existan, permaneceremos como una alianza nuclear, porque un mundo en el cuál Rusia, China y Corea del Norte tienen armas nucleares y la OTAN no las tiene, es un mundo más peligroso”. En la misma entrevista con The Guardian, el Secretario de la OTAN enfatizó que la amenaza que supone el desarrollo de las capacidades nucleares de China. Sin embargo, el principal foco de la OTAN parece ser “actualizar o mejorar sus armas nucleares contra la amenaza rusa”. Ciertamente, estos desarrollos y discursos no deberían llevarnos a la conclusión de que la guerra interimperialista es inminente. Por otra parte, debemos reconocer que la guerra serán cada vez más una opción.
La situación muestra que los conflictos regionales están en aumento, expandiéndose desde Oriente Medio y el Mar Rojo hacia el Golfo, el continente africano y el sudeste asiático. Hay una situación política en Oriente Medio en la cuál las contradicciones que existieron antes del Diluvio Al-Aqsa de la resistencia palestina contra el Israel sionista el 7 de Octubre de 2023, se han profundizado. En esta situación, el Israel sionista, con el pleno apoyo de EE.UU., y los imperialistas occidentales, se centran en hacer de Gaza una zona segura destruyendo, deshumanizando y ocupando con una brutal masacre, profundizando la ocupación con políticas colonizadoras reaccionarias en Cisjordania y fragmentando aun más la ya fragmentada Palestina. Al mismo tiempo, Israel está intentando escalar el conflicto con Irán de una forma calculada, bajo la guía de EE.UU. Israel no mantiene en secreto su deseo de expandir sus ataques hacia Líbano y Siria. Con este fin, está organizando una operación en contacto estrecho con Estados Unidos. Durante la visita del Ministro de Defensa de Israel, Gallant, a Estados Unidos el 23 de junio, se debatieron los planes para atacar al libanés Hezbollah. Los buques de guerra estadounidenses están posicionados en el Mediterráneo para amenazar los movimientos y países en la región que están del lado de Palestina y por una posible guerra entre Hezbollah e Israel. Está claro que esto haría escalar los conflictos regionales y proveería a Irán con una plataforma para nuevos movimientos.
Debido a sus ricos recursos naturales y posición estratégica, la región de Oriente Medio siempre ha sido una de los más importantes epicentros de lucha por la repartición entre los imperialistas. Por lo tanto las guerras se han convertido en una parte natural de la vida en esta región.
Los conflictos entre el pueblo palestino y el Estado israelí ocupante han tenido siempre un impacto más allá de su propia escala. Además de muchas razones entrelazadas y mutuamente determinadas, como se menciona arriba, la importancia central de Oriente Medio en términos de recursos energéticos mundiales y la lucha por el dominio sobre recursos energéticos son decisivos. Ya que no hay fuente de energía que haya aparecido que torne en insignificante el petróleo y el gas, esto continuará siendo uno de los puntos clave en la lucha por el dominio del mundo.
El socialimperialismo chino ha estado intentando ganar un punto de apoyo en la ecuación de Oriente Medio. El año pasado hizo un importante movimiento al mediar en los problemas entre Irán y Arabia Saudí. Continúa este proceso al reunirse con las organizaciones palestinas. A esta reunión asistieron todas las fuerzas de la resistencia palestina. Facciones palestinas con diferentes posiciones incluyendo Fatah y Hamas, acordaron acabar con sus hostilidades y formar un gobierno de “unidad nacional” como parte de las negociaciones mediadas por el gobierno chino. Según el acuerdo, calificado como “Diálogo de Pekín”, estas facciones formarán un gobierno interno de reconciliación. De acuerdo con el comunicado, se acordó lograr la unidad nacional que incluye todas las facciones dentro de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Esto puede ser visto como un paso importante para la Liberación Nacional Palestina y las Fuerzas anticoloniales para continuar su lucha juntas contra el Estado de Israel y sus partidarios. Israel y sus partidarios pasaron a la acción al asesinar a Ismail Haniyeh, Jefe del Buró Político de Hamas, quién estaba en Irán. El objetivo de este asesinato fue desmoralizar las fuerzas de la resistencia en el contexto de Hamas, que destaca con su poder y efectividad dentro de las Fuerzas de Resistencia Palestina, para mostrar el poder de Israel, y para intimidar a Irán. Al dirigir a Irán directamente hacia la guerra, Israel quiere implicar directamente a las potencias imperialistas dirigidas por EE.UU., en la guerra. De esta forma, la ocupación y genocidio por parte de Israel del pueblo palestino será relegado y “un terreno legítimo” será creado para un ataque contra Irán, el cuál ha sido el objetivo de EE.UU., durante muchos años. Además, con la implicación de Irán de facto en el proceso, la región se volverá un campo de batalla más amplio ya que organizaciones como Hezbollah, Yemen y Hashd-al-Shaabi en Irak se convertirán en parte directa de la guerra de resistencia nacional.
El 7 de Octubre ha dinamitado el proceso de normalización dirigida por EE.UU., entre Israel y Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Jordania y Arabia Saudí. Además de los Acuerdos de Abraham, energía y rutas de comercio y normalización política, los planes para la completa destrucción de Palestina han sufrido un serio golpe. De esta forma, EE.UU., quieren consolidar su hegemonía en la región y debilitar la creciente influencia de China y Rusia. El Diluvio de Al-Aqsa tiene la característica de darle la vuelta a todos los planes y orientaciones y condenar todas las fuerzas reaccionarias a una nueva búsqueda por el equilibrio.
Identificar las Fuerzas de Resistencia Palestina con HAMAS, estrechar la resistencia y presentarlo como un “Conflicto con Islamistas” es un intento de legitimar los genocidios israelíes en público.
Toda fuerte ruptura en la lucha de clases clarifica las contradicciones y reorganiza las filas. En tales momentos de ruptura histórica, no hay sólo un reacercamiento entre imperialistas y Estados reaccionarios, sino también un reacercamiento político e ideológico entre aquellos que se definen a sí mismos como antiimperialistas, revolucionarios o en contra de la guerra de agresión imperialista en la evaluación de la situación que se plantea. En esencia, cada clase evalúa lo que está pasando en el marco de la perspectiva guiada por sus propios intereses de clase y toma posición de acuerdo con ello. Esto es lo que pasó en este proceso.
La lucha palestina por la independencia nacional y contra la ocupación está basada en un derecho indiscutible. Este es el punto principal a enfatizar en esta lucha. La Lucha de Liberación Nacional Palestina y su dirección han sido formados en varias formas ideológicas y políticas, aunque los puntos básicos de partida son los mismos. Es un hecho que fuerzas con referencias islámicas fueron apoyadas inicialmente por los imperialistas para oponerse al socialismo y para hacer las luchas de liberación nacional dependientes de los imperialistas. La pérdida de credibilidad de la dirección de la Lucha de Liberación Nacional Palestina, que inició con Arafat y continuó con Mahmoud Abbas, a ojos del pueblo palestino es un factor decisivo en la emergencia e incluso posición dominante de estas fuerzas. La persistencia de los movimientos con referencias islámicas en la resistencia contra aquellos quienes constantemente hicieron concesiones al expansionismo israelí y a los imperialistas y perdieron su credibilidad debido a la corrupción, ha ganado la simpatía del pueblo palestino.
El hecho de que la nación palestina está bajo ocupación y que esta ocupación está constantemente expandiéndose no debería evitar la identificación de la contradicción fundamental en la evaluación de las fuerzas aquí. La contradicción principal aquí es entre la ocupación y la antiocupación. La resolución de esta contradicción formará la base para la resolución de las contradicciones entre las fuerzas progresistas y reaccionarias en la sociedad palestina. El asunto en el que pondremos el foco ahora, es que la lucha de la nación palestina por su derecho a la autodeterminación y contra la ocupación se justifica y debe apoyarse. Aquellos que rechazan la legitimidad de la lucha de las Fuerzas de Liberación Nacional Palestina contra la ocupación y por la independencia nacional sobre la base de la naturaleza de HAMAS, son los partidarios del imperialismo que legitiman la ocupación del sionismo israelí y justifica la ocupación y agresión de los aliados reaccionarios e imperialistas, especialmente del imperialismo estadounidense.
“Estamos aquí y luchamos como FPLP. Somos muy fuertes en Gaza, tenemos miles de miembros. Desde el 7 de Octubre hemos sufrido centenares de mártires. Estábamos aquí antes que Hamas, estábamos aquí antes que los islamistas. Fuimos la fuerza principal que dirigió la lucha armada en 1973…” (Maher Al Taher, Responsable de Relaciones Internacionales del FPLP).
La unificación de las Fuerzas de Liberación Nacional Palestina y su lucha conjunta contra el Estado de Israel es un desarrollo muy importante para la lucha de liberación nacional palestina. Geográficamente dividida, políticamente fragmentada y habiendo perdido su dirección central encarnada en la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Palestina ahora está reuniendo todas sus partes. Está claro que esta reunificación molesta a muchos. Porque una Palestina sin unidad está siempre destinada a la derrota. El Estado de Israel y sus partidarios hicieron lo mejor que pudieron para evitar esta reunificación. Con este proceso, la arena internacional trató de crear dudas acerca de la resistencia del pueblo palestino, especialmente enfatizando la identidad ideológica de HAMAS. Incluso se dijo que organizaciones tales como HAMAS representaban a la reacción debido a su identidad islámica, y se dio apoyo al genocidio y brutalidad israelíes abierta o indirectamente.
Describir a la resistencia palestina como un conflicto entre identidades religiosas es una distorsión organizada y deliberada de la realidad. Pretende encubrir la realidad que hizo crecer a la resistencia palestina. Israel y sus partidarios llevan a cabo esta propaganda sistemáticamente. Esto es para encubrir el colonialismo expansionista y la reacción israelí apoyada por el imperialismo desde 1948 y los cerca de 80 años de prácticas genocidas del sionismo israelí. De esta forma, quieren embutir la resistencia palestina en identidades islámicas para respaldarse en su propia opinión pública por una parte, y por otra para ocultar la existencia de fuerzas revolucionarias de ojos de los demás.
La ideología reaccionaria de HAMAS y de otras organizaciones orientadas hacia el islam y el papel que juegan en la resistencia palestina hoy, no elimina la injusticia de la esclavización, subyugación y opresión de Palestina por parte de Israel. Ni tampoco elimina el carácter político de la lucha palestina por la liberación de este yugo, sea la que sea su orientación ideológica. Esta lucha no tiene un carácter islamista, sino que tiene un contenido que busca liberar Palestina del yugo. En este contexto, la lucha del pueblo palestino es en todo sentido una Lucha de Liberación Nacional. La operación “Diluvio de Al-Aqsa” y la Lucha de Liberación Nacional Palestina en conjunto tiene una esencia nacional cuyo contenido no puede ser determinado sólo por HAMAS y organizaciones islamistas similares.
Todo tipo de reaccionarios quienes dudan del poder creativo de las masas oprimidas, explotadas y subyugadas del pueblo están atónitos por el logro de algo que es imposible “de acuerdo con ellos”, toman refugio en teorías de la conspiración y al final hacen pasar las acciones de las masas oprimidas del pueblo como un proyecto de esta o de otra sección de los poderes dominantes. Para ellos, las masas populares son ignorantes, sin poder e impotentes. Sin el consentimiento de los poderes dominantes, no pueden conseguir nada independientemente de ellos. ¡No es el trabajo de las masas oprimidas hacer que los tronos de los gobernantes se tambaleen! Varias versiones de estos grupos, cuyos cerebros están esclavizados por las clases dominantes, no dudaron en repetir el mismo sinsentido a coro cuando las acciones de las Fuerzas de Liberación Nacional Palestina empezaron. Incluso peor, aquellos que luchan por su existencia en condiciones similares al pueblo palestino también son parte de este panorama reaccionario. Aunque saben que los argumentos usados en la propaganda reaccionaria contra la Liberación Nacional Palestina y las fuerzas anticoloniales también son usados contra ellos, han sacrificado sin dudar los principios de apoyo por una justa lucha de las naciones oprimidas como resultado de relaciones e intereses tácticos que han desarrollado con las fuerzas reaccionarias e imperialistas en la región. Las relaciones entrelazadas con el imperialismo tienen un impacto significante en las dinámicas de determinar esta actitud incorrecta. También es ejemplarizante en términos de mostrar las dimensiones de esta relación.
La Lucha de Liberación Nacional Palestina tiene una larga historia de lucha
Como funcionario del FPLP, Marwan al-Abda dijo “Al estar Hamas preocupado, Hamas – incluso sólo – está luchando hoy no sólo por su propio programa, no por un Partido o un lado, sino por la defensa del pueblo palestino. Está luchando contra un enemigo histórico y social, el enemigo de todos los Partidos palestinos. Israel siempre ha querido demonizar a la resistencia. Para las clases dominantes explotadoras, cualquier fuerza de resistencia que se levanta contra el orden de dominación y explotación dado, es demonizado. El lado de la resistencia, ya sea revolucionario-comunista, religiosa o cualquiera que sea la ideología que lleva, será condenado por resistir. En conclusión, estamos en una etapa de liberación nacional y esto requiere que todos nos unamos en un frente nacional único. Esto es lo que exigimos. ¿Por qué hubo charlas en el pasado sobre reconciliación entre las partes palestinas y sobre acabar con la división, sobre reuniones, sobre crear un frente amplio, debates sobre la OLP? Porque estamos bajo ocupación y necesitamos unidad. No hay desacuerdo en torno a ello. El elemento de unidad es un tipo de fuerza que el ocupante no quiere que alcancemos. La unidad también significa fortalecerse. Ellos quieren dividir la resistencia. Sabemos y el ocupante sabe que hay un proyecto israelí para dividir a la resistencia palestina.
Estamos luchando bajo el espacio de operaciones conjuntas del Frente Popular de Liberación de Palestina – Brigadas del Mártir Abu Ali Mustafa. El espacio de operaciones conjuntas no es una nueva organización. Se estableció en guerras previas y ha acumulado experiencia, plan y habilidad. Este espacio también recibe ayuda y apoyo para no sentirse huérfano. Por encima de todo, está unido en operaciones militares y por primera vez seguro de sí mismo en torno a las operaciones conjuntas.
Además, la resistencia popular sabe que está implicada en una lucha integral contra el imperialismo y el sionismo y con los árabes por la “normalización” en la región. Sabe muy bien quién es enemigo y quién es amigo.”
La Resistencia Nacional Palestina es por encima de todo la resistencia unida del pueblo palestino. La resistencia de las Fuerzas de Liberación Nacional Palestina contra la agresión y el expansionismo colonial israelíes empezó en 1948, cuando los palestinos fueron desposeídos y expulsados de sus propias tierras. En los primeros años de la resistencia, las fuerzas islámicas no eran ni siquiera parte de la lucha armada palestina. Muchas organizaciones influenciadas por el marxismo-leninismo y el Pensamiento Mao Tse-tung, tales como Fatah, el Frente Democrático y el Frente Popular por la Liberación de Palestina, adoptaron la lucha armada contra el Estado de Israel desde su creación. La lucha de liberación nacional palestina, nacional e internacionalmente, ha sido principalmente la causa de revolucionarios y comunistas. Después de que la Primera Intifada se convirtiese en una resistencia mayor en 1987, las fuerzas islámicas decidieron implicarse en la lucha armada. HAMAS y Yihad Islámica son organizaciones que surgieron de este proceso. Después de que Fatah acabase con la lucha armada con los “Acuerdos de Oslo” y la línea del compromiso se puso al frente, los islamistas se pusieron al frente de la resistencia.
El “Diluvio de Al-Aqsa” fue un movimiento no sólo de HAMAS u organizaciones similares con una formación ideológica islámica, sino también por parte de 14 organizaciones palestinas que formaron un frente de resistencia nacional y el proceso fue organizado por el “Espacio de Operaciones Conjuntas”. Este “Espacio de Operaciones de Conjuntas” es también el centro de coordinación de la resistencia palestina en la guerra actual. Las organizaciones en el centro de coordinación de esta guerra son las Brigadas Izz ad-Din Kassam, brazo armado de Hamas, las Brigadas Al-Quds de Yihad Islámica, las Brigadas Abu Ali Mustafa del Frente Popular por la Liberación de Palestina (FPLP) y las Brigadas Muyahidín, el Batallón Nidal al-Amuri, las Brigadas Nasser Salah al-Din, las Brigadas de Resistencia Nacional del Frente Democrático por la Liberación de Palestina (FDLP), las Brigadas Abdel Qader al-Husseini, las Brigadas Mártir Yihad Jibril, los Grupos Mártir Ayman Jude and el Ejército Tormenta. Desde el 7 de Octubre cuadros y luchadores de organizaciones de izquierda tales como el FPLP y el FDLP y de las Brigadas Nasser Saladin han sido martirizados. Todas estas organizaciones siguen implicadas en el conflicto.
Además, la práctica de organizaciones palestinas actuando conjuntamente ya empezó antes del 7 de Octubre. El primer “Espacio de Operaciones Conjuntas” entre las fuerzas de la resistencia fuera de Fatah fue fundado en 2006. En 2014, 12 organizaciones se unieron contra la “Operación Margen Protector” de Israel. En 2018, esta sala fue formalizada como “Sala Conjunta de Grupos de la Resistencia Palestina”. Las Brigadas de Mártires de Al-Aqsa, el brazo armado de Fatah, que fue expulsado de Gaza por parte de Hamas en 2007, no fueron incluidas en esta sala a pesar de su apoyo verbal. El Batallón Nidal al-Amudi, las Brigadas Nasser Saladin y las Brigadas Muyahidín fueron formadas por cuadros de Fatah que rechazaron los acuerdos de Oslo y dejaron las Brigadas de Mártires de Al-Aqsa, que habían dejado atrás sus armas y se habían convertido en las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina.
En el 22º día de la operación, 5 organizaciones de la resistencia palestina (FPLP, FPLP-DC, FPLP-GC, HAMAS y Yihad Islámica) publicaron una declaración conjunta. La declaración conjunta enfatizaba la importancia de adherirse a la unidad nacional y rechazar los intentos del enemigo de dividir el pueblo o monopolizar cualquier parte de ello, enfatizaba la importancia de unir esfuerzos y estrechar las filas en esta batalla decisiva. La declaración culpó a EE.UU., de este proceso y resumió el objetivo de la lucha de la siguiente forma: “Al librar esta lucha en defensa de nuestra tierra, nuestro pueblo y nuestros lugares santos, reafirmamos nuestro compromiso por el derecho de nuestro pueblo de resistir y nuestra confianza en la victoria de nuestro pueblo en esta batalla por la liberación, retorno, autodeterminación y establecimiento de un estado palestino con Jerusalén como su capital”.
El carácter ideológico-de clase de los movimientos de independencia nacional y antocoloniales por supuesto es importante, pero en términos de la cuestión en su conjunto, la legitimidad de la resistencia y rebelión contra la ocupación colonial de Palestina es esencial. El derecho de las naciones a la autodeterminación es un derecho indiscutible y la lucha de las fuerzas anticoloniales y de Liberación Nacional palestinas son legítimas en su contenido y forma.
La lucha de las Fuerzas de Liberación Nacional Palestina y de Resistencia Anticolonial es un aliado del proletariado en la lucha por la revolución mundial
La contradicción entre pueblos oprimidos y los países dependientes y colonias y los imperialistas la contradicción central de nuestra época. La profundización de la crisis general e inevitable del sistema imperialista incrementa la intensidad de la contradicción entre estos países y sus pueblos oprimidos y los imperialistas. La resolución de esta contradicción en favor de las naciones y pueblos oprimidos profundiza las contradicciones internas del sistema imperialista y de forma última, lo debilita. En este sentido, la lucha de las naciones y pueblos oprimidos contra el imperialismo suma fuerza a la lucha del proletariado. Es por esta realidad que Lenin, Stalin y Mao Tse-tung, mientras mencionaban las contradicciones que forman el sistema imperialista, enfatizaron la contradicción entre imperialismo y naciones y pueblos oprimidos como la contradicción que marca nuestra época. Esta también es la definición que define la posición de las fuerzas que luchan contra el imperialismo y contra el sistema imperialista y así, clarifica los aliados del proletariado. Los movimientos de liberación nacional son aliados del Movimiento Comunista Internacional. Estas dos fuerzas se complementan entre ellos en la lucha contra el imperialismo. Necesitamos observar la Lucha de Liberación Nacional Palestina desde esta perspectiva.
Este nuevo estado de guerra entre el Estado de Israel y la Resistencia Nacional Palestina es una nueva etapa en la lucha en curso entre lo correcto y lo erróneo. La Lucha de Liberación Nacional Palestina es histórica y políticamente justa. La reacción sionista y sus partidarios imperialistas están del lado equivocado. En esta lucha, el proletariado consciente y los pueblos oprimidos del mundo están con la Resistencia Nacional Palestina. El hecho de que el ataque que ha provocado esta guerra incluya los asentamientos del sionismo israelí no cambia “lo que es justo”. Palestina está en una guerra de defensa, es justa y esta guerra es legítima. Si Palestina gana esta guerra contra Israel, esto será, como dijo el Camarada Lenin, bienvenido “con amor” por parte del proletariado internacional.
La colonización o semicolonización es una tendencia inevitable del imperialismo. Esto de nuevo es muy evidente en el periodo en que estamos viviendo. Los Estados, cargados con enormes deudas, han sostenido este sistema hasta hoy con dinero que la economía real no puede manejar. El sistema está en bancarrota desde hace un tiempo. Sin embargo, continúa existiendo a través de los Estados dependientes y especialmente semicoloniales. La intensidad y continuidad de las guerras regionales de hoy, inflación crónica, y hoy los impuestos crecientes, son todos parte de esto. Está claro que esto no es independiente del imperialismo y del sistema corrupto de la burguesía monopólica. Al respecto de esto, debemos llevar hacia delante y defender el derecho de las naciones a la autodeterminación como un principio que debe ser defendido en la lucha antiimperialista. Nuestra conciencia debe estar clara en este asunto.
Es una realidad objetiva que los componentes de las luchas de los pueblos de los países dependientes y coloniales contra los colonialistas e imperialistas muestran diversidad de clase y que cada clase y estrato tiene su propio punto de vista y diferencias al respecto d ella naturaleza de la sociedad a ser creada. El hecho de que la línea ideológica y política del proletariado no es efectiva o decisiva en tales luchas, aunque expresa una importa deficiencia, no cambia la naturaleza del problema en su conjunto.
“El carácter indudablemente revolucionario de la inmensa mayoría de los movimientos nacionales es algo tan relativo y peculiar, como lo es el carácter posiblemente reaccionario de algunos movimientos nacionales concretos. El carácter revolucionario del movimiento nacional, en las condiciones de la opresión imperialista, no presupone forzosamente, ni mucho menos, la existencia de elementos proletarios en el movimiento, la existencia de un programa revolucionario o republicano del movimiento, la existencia en éste de una base democrática. La lucha del emir de Afganistán por la independencia de su país es una lucha objetivamente revolucionaria, a pesar de las ideas monárquicas del emir y de sus partidarios, porque esa lucha debilita al imperialismo, lo descompone, lo socava.” (Stalin)
El hecho de que la comprensión del antiimperialismo, de las luchas antiimperialistas, de la ira y de la resistencia contra el imperialismo de clases diferentes al proletariado sea limitado y contenga inconsistencias, no puede ser visto como un obstáculo en las relaciones que hemos establecido y estableceremos con ellas. Lo que estamos obligados a hacer en esta situación es a cumplir la misión de dirección en superar estas inconsistencias. Esto, como el programa de la LAI enfatiza “va de la mano con la efectividad del punto de vista del proletariado en esta lucha.”
Las luchas por la independencia nacional y la revuelta contra el colonialismo fueron correctamente identificadas por Lenin como fuerzas aliadas del proletariado en la lucha mundial del Movimiento Proletario Internacional en la Era del Imperialismo y de las Revoluciones Proletarias. Al mismo tiempo, se dejó claro que la “Cuestión Nacional y Nacional Colonial” es otra esfera en la que lucha de clases se materializa y que es imperativo “lograr la unidad” en la lucha contra el sistema imperialista. Uno de los principales pilares de la existencia y supervivencia del sistema imperialista es el saqueo de “países dependientes y coloniales” y la transferencia de enormes recursos a los Estados imperialistas. En este contexto, los enemigos del proletariado internacional y de los pueblos de los países coloniales y dependientes son comunes, y para luchar contra el imperialismo, no es una elección sino una necesidad para estas fuerzas construir un frente revolucionario común contra el imperialismo.
“El leninismo ha puesto al desnudo esta incongruencia escandalosa, ha demolido la muralla entre los blancos y los negros, entre los europeos y los asiáticos, entre los esclavos “cultos” e “incultos” del imperialismo, y con ello ha vinculado la cuestión nacional al problema de las colonias. Con ello, la cuestión nacional ha dejado de ser una cuestión particular e interna de los Estados para convertirse en una cuestión general e internacional, en la cuestión mundial de liberar del yugo del imperialismo a los pueblos oprimidos de los países dependientes y de las colonias.
[…]
El leninismo demostró, y la guerra imperialista y la revolución en Rusia lo han corroborado, que el problema nacional sólo puede resolverse en relación con la revolución proletaria y sobre la base de ella; que el camino del triunfo de la revolución en el Occidente pasa a través de la alianza revolucionaria con el movimiento de liberación de las colonias y de los países dependientes contra el imperialismo. La cuestión nacional es una parte de la cuestión general de la revolución proletaria, una parte de la cuestión de la dictadura del proletariado.” (Stalin)
“De esto se desprende que hay dos tipos de revolución mundial, y el primero pertenece a la categoría burguesa o capitalista. La era de este tipo de revolución mundial pasó hace mucho tiempo; tocó a su fin con el estallido de la Primera Guerra Mundial imperialista de 1914, y, sobre todo, con la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia. Desde entonces, comenzó el segundo tipo de revolución mundial: la revolución mundial socialista proletaria. Esta revolución tiene como Fuerza principal al proletariado de los países capitalistas, y como aliados, a las naciones oprimidas de las colonias y semicolonias. Sean cuales fueren las clases, partidos o individuos de una nación oprimida que se incorporen a la revolución, tengan o no conciencia de este punto, lo entiendan o no en el plano subjetivo, basta con que luchen contra el imperialismo para que su revolución sea parte de la revolución mundial socialista proletaria, y ellos mismos, aliados de ésta.” (Mao Tse-tung, Sobre la Nueva Democracia)
En nuestra era, cuando la burguesía es completamente reaccionaria, las luchas por la liberación nacional y el colonialismo son también parte del proceso de Revolución de Nueva Democracia. Ya que los procesos coloniales y de ocupación en nuestra época no pueden darse independientemente de los imperialistas, por lo tanto cada lucha anticolonial y antiocupación objetivamente incluye el antiimperialismo. Mientras que llevar adelante la lucha anticolonial y antiocupación sobre una línea proletaria asegura el desarrollo de un proceso de Revolución de Nueva Democracia directo y consistente, ya que los componentes de la lucha de las Fuerzas de Resistencia Palestina están principalmente enfocados en la antiocupación y la eliminación de la situación colonial, la resolución de este asunto en favor de las Fuerzas de la Resistencia también madurará las precondiciones para el progreso del proceso de Revolución de Nueva Democracia.
“En esta era, toda revolución emprendida por una colonia o semicolonia contra el imperialismo, o sea, contra la burguesía o capitalismo internacional, ya no pertenece a la vieja categoría, a la de la revolución democrático-burguesa mundial, sino a la nueva categoría; ya no forma parte de la vieja revolución burguesa o capitalista mundial, sino de la nueva revolución mundial: la revolución mundial socialista proletaria. Estas colonias o semicolonias en revolución no pueden ser consideradas como aliadas del frente de la contrarrevolución capitalista mundial; se han convertido en aliadas del frente de la revolución socialista mundial.” (Mao Tse-tung, Sobre la Nueva Democracia)
La Lucha de Liberación Nacional Palestina está destinada a vencer
“Como Lenin apuntó, las guerras civiles proletarias contra la burguesía, la dictadura del proletariado contra los estados burgueses y las guerras revolucionarias nacionales de los pueblos oprimidos contra el imperialismo son inevitablemente guerras revolucionarias…” (6º Congreso Mundial de la Internacional Comunista, 1928).
Como fuerzas antiimperialistas y revolucionarias del mundo, primero y por delante de todo estamos a favor de un mundo sin guerra y estamos luchando por ello. Pero sabemos que esto no ocurrirá sin acabar con el sistema de explotación y barbarie en el que vivimos. Por esta razón, estamos alejados de perspectivas y lemas “humanistas” y “pacifistas”, y vemos la destrucción de la base objetiva que realmente crea las guerras como una necesidad para acabar con la guerra. Por lo tanto determinamos nuestra actitud observando las condiciones objetivas y contradicciones sobre las que las guerras tienen lugar y que contradicciones buscan resolver.
Para aquellos quienes luchan para crear un mundo sin guerra ni explotación, el problema está bastante claro. Habrá guerras hasta que la base objetiva que crea guerras, esto es, la realidad de la sociedad de clases, sea eliminada. Por lo tanto la humanidad debe luchar para crear una sociedad sin clases. Por ello, debe organizar una contra-violencia revolucionaria de la clase obrera y los oprimidos contra la violencia de las clases dominantes y luchar para borrar las fuerzas de clase explotadora dominante de la historia de la humanidad para siempre. Como Lenin dijo “Sólo cuando hayamos derribado, cuando hayamos vencido y expropiado definitivamente a la burguesía en todo el mundo, y no sólo en un país, serán imposibles las guerras. ”
Dentro del sistema imperialista de explotación y saqueo, las guerras son libradas principalmente en dos frentes: por una parte guerras injustas que sirven a la continuación del sistema de explotación y benefician a una u otra clase(s) explotadora(s), y por otra parte, guerras que sirven a los intereses de la oprimida, explotada y subyugada clase obrera y pueblos oprimidos, esas son, guerras justas. Estamos a favor de estas guerras justas y somos parte de ellas.
En palabras de Lenin, “el imperialismo es reacción política”. Por esta misma razón, la lucha por la paz y por la libertad de los pueblos, mujeres, naciones y naturaleza debe ser vista como un componente de la guerra revolucionaria contra el imperialismo y el fascismo.
Se debe reiterar una vez más que hoy la lucha antiimperialista está también estrechamente vinculada a la lucha democrática. A escala global, los principios y valores de la democracia han decaído en manos de la burguesía, y la lucha por la democracia y consistente democratismo ha ganado unidad y se une con el carácter antiimperilista. Esto significa que los valores, principios y línea política de la democracia proletaria con carácter antiimperialista consistente son crecientemente integrados en los pueblos oprimidos.
El antiimperialismo es condición sine qua non para la lucha por la democracia. Por supuesto, esto no significa que cada lucha y movimiento democrático deba ser consistente y revolucionario hasta el final. Sólo significa que cada lucha democrática contiene una esencia antiimperialista, la cuál debemos responsabilizarnos de entender para desarrollarla y unificarla.
El camino que los antiimperialistas deben seguir es asir los intereses que condicionan la solución. En este caso, está claro que estamos hablando de una responsabilidad que se centra en los intereses de los pueblos oprimidos quienes son los sujetos de la lucha por la democracia. El logro de los derechos democráticos es posible con el triunfo de la lucha contra el imperialismo. La importancia, profundidad, alcance y necesidad de la lucha antiimperialista determina el alcance de la lucha por la democracia. Abordar el asunto a nivel internacional es otro importante asunto que necesita ser enfatizado. Recientes eventos muestran que las condiciones por la lucha antiimperialista a nivel internacional han madurado. La existencia y luchas de las naciones cuyo derecho de autodeterminación ha sido usurpado y cuyos territorios han sido ocupados han movilizado una considerable masa de gente. Las secciones progresistas del mundo han abrazado la lucha contra la gran destrucción causada por el imperialismo con gran odio y persistencia. La intolerancia mostrada contra esta lucha, especialmente en las “democracias avanzadas”, es una indicación firme de la naturaleza del conflicto de intereses en este campo. Hay una clara intolerancia hacia la lucha y hacia el contraataque. Los intereses de aquellos que han creado el problema chocan con los intereses de aquellos a favor de una solución revolucionario al problema en Palestina, por ejemplo.
El único amigo de verdad del pueblo palestino son las masas de millones de personas quienes, a pesar de las prohibiciones y la represión, llenan las calles con un espíritu antiimperialista y antisionista en cada esquina del mundo. Contra la dominación reaccionaria que legitima el aislamiento de Palestina y la masacre del sionismo con “el cuento del terrorismo”, están las acciones independientes de los pueblos que están con Palestina sin pararse a hacer cálculos, pintando “Viva Palestina Libre” en las paredes en todas partes, y enarbolan los símbolos de Palestina.
La Resistencia Nacional Palestina, formada como una lucha antiimperialista poderosa de gran valor histórico, es mucho más gloriosa hoy. La última antorcha que ilumina esta grandeza es el Diluvio de Al-Aqsa. Las características guía de la lucha palestina iluminada por el Diluvio de Al-Aqsa siguen brillando alegremente hoy. Son características que los comunistas han iluminado repetidamente, explicado y practicado en todas sus luchas. Estas son características que nos enseñan como ganar.
La fortaleza y éxito de la resistencia palestina, su calidad que trastoca todos las maquinaciones regionales del imperialismo estadounidense y el sionismo, serán una palanca en la lucha de las naciones oprimidas y masas populares. El éxito de la resistencia organizada de las naciones oprimidas desposeídas, asediadas y sin poder, contra la reacción imperialista y sionista, organizada al más alto nivel y poseyendo todos los medios de dominación, casi una máquina de guerra, será una referencia para las luchas de liberación. El hecho de que esta resistencia profundiza la lucha por le hegemonía imperialista, la hace ser abierta y la eleva al nivel de conflicto, revelará la necesidad de organizar guerras revolucionarias y justas contra la hegemonía reaccionaria. La grandeza, determinación y persistencia de la resistencia de liberación palestina desenmascarará todas las fuerzas reaccionarias regionales y elevará el nivel de conciencia y determinación de los oprimidos para luchar.
Estamos en un nuevo proceso en el cuál estamos destinados a ganar contra todo imperialismo. El imperialismo es un sistema político y económico en bancarrota esperando a ser lanzado al basurero de la historia. Los pueblos tienen poderosas armas para remover este gigante montón de basura. Nuestra tarea fundamental es organizar, armarnos nosotros mismos y participar en las luchas por el poder sin dudarlo. Debemos solidarizarnos plenamente con la resistencia nacional palestina, enfatizar sin dudar, asir y defender cada característica revolucionaria materializada en ella. Esto no será sólo solidaridad. Debemos librar también una lucha abierta y activa en nuestros países contra todas las extensiones internacionales y regionales y colaboradores con el sionismo israelí. Israel está apoyado o alimentando en diferentes formas por muchos Estados y monopolios internacionales. Como antiimperialistas, debemos trabajar conjuntamente para atacar los recursos que apoyan y alimentan esta ocupación y masacre en los países en los que vivimos. Sólo podemos hacerlo creyendo y siendo guiados por el poder de los pueblos para vencer al final.
Como Comité de Coordinación de la Liga Antiimperialista, llamamos a todas las fuerzas revolucionarias, antiimperialistas y antiocupación a apoyar la Lucha de Liberación Nacional Palestina y ser parte de la resistencia, cueste lo que cueste. Debemos asir la lucha del pueblo oprimido palestino contra el sionismo israelí, uno de los arietes del sistema imperialista, fortalecer la resistencia y mostrar nuestra solidaridad con acciones concretas.
¡LA LUCHA DE LAS FUERZAS DE LIBERACIÓN NACIONAL PALESTINA CONTRA LA OCUPACIÓN Y El COLONIALISMO ES JUSTA Y LEGÍTIMA!
¡TODOS LOS IMPERIALISTAS Y REACCIONARIOS SON TIGRES DE PAPEL!
¡VIVA LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA NACIONAL DE LAS FUERZAS DE LIBERACIÓN NACIONAL PALESTINA!
¡VIVA El DERECHO DE LAS NACIONES OPRIMIDAS A LA AUTODETERMINACIÓN!
¡ABAJO El IMPERIALISMO, ABAJO El ESTADO SIONISTA DE ISRAEL!
Comité Coordinación de la Liga Antiimperialista
Octubre 2024